lunes, 6 de octubre de 2008

Capítulo 5: Una noche en la ópera


Existen muchos grupos musicales, cientos, miles de ellos. La gran mayoría pasan desapercibidos para el público en general, otros con suerte se convierten en "one-hit-wonders": sacan un número uno que pasa al olvido más rápido de lo que ellos desearían, arrastrándolos con él. De vez en cuando nace alguno que se hace conocido, la gente va a sus conciertos y se hace emblema de cierta generación.

Bien, pues hay una rara especie que al parecer sólo surge cuando hay una concreta alineación de planetas... son de esa raza de bandas que gustan a jóvenes y a no tan jóvenes, esos que quizá no conozcas como se llaman pero tarareas sus canciones en el autobús. No los habías escuchado nunca... o así lo creías, porque esa canción la has escuchado antes, estás seguro. "¿Pero esta no es la sintonía de aquel anuncio?" te preguntas a veces. Ese status musical lo alcanzan muy poquitos, te sobrarían dedos de las manos. Queen es uno de ellos.

Hace ya algún tiempo fui al teatro a ver el musical de "We Will Rock You", el tributo a la desaparecida banda. Disfruté muchísimo, pero lo más curioso es que quien me acompañó no era capaz de nombrarme antes de entrar una canción de Queen (quizá lo exagere un poco, pero es más o menos así). ¿Qué pasó? Que una vez terminado el musical había reconocido prácticamente todas las canciones. La frase que seguro todos hemos escuchado alguna vez de "Ah, ¿pero ésta es de ellos?" se habría escuchado más de una vez por la sala, estoy seguro.

Y es que estamos hablando de una banda que se apagó de manera no oficial hace ya 17 años, con la muerte del carismático Freddie Mercury (africano de nacimiento y no británico, como muchos podrían pensar). Tras todo ese tiempo se siguen escuchando sus canciones en radio, televisión, cine y eventos deportivos ("We Are The Champions" es una de las canciones más utilizadas en las grandes finales de competiciones internacionales).

Podría escribir sobre todas las películas que tienen canciones de Queen, pero necesitaría otro capítulo aparte, no adelantaré acontecimientos por ahora... El disco de "A Night At The Opera" del '75 nos dejó una de las canciones más raras (a la vez que brillante) que recuerdo. "Bohemian Rhapsody" tiene un estilo inclasificable, mezclando diferentes melodías surge una canción atípica pero que supuso (y supone) uno de los éxitos más legendarios de la "reina". Cuando se escribió nadie pensó que pudiera llegar a ser un éxito radiofónico por su larga duración, pero Mercury entrego el single a un amigo suyo de una emisora británica pidiéndole por favor que no lo emitiera, que era una copia que le había grabado para él. La psicología inversa del de Zanzíbar tuvo el efecto esperado ya que, lejos de no emitirlo, su amigo llegó a reproducirla hasta 14 veces en dos días. El éxito no tardó en llegar y a día de hoy sigue teniendo récords de ventas y permanencia en listas. Para vuestro disfrute personal, aquí tenéis: